Meditar con Música. No cometas estos errores. Aprende como

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Meditar con música
¿Cómo se hace bien?

Meditar con música puede parecer algo bueno. Nos hace sentir más relajados y nos da una falsa sensación de más concentración.

En este capítulo veremos por qué en general es mejor meditar sin música y en qué casos meditar con música puede ser positivo y recomendable.

De este modo sabrás cómo utilizar la música como una herramienta más en tus prácticas de meditación y así puedas sacarle el mayor provecho la meditar.

La norma general para meditar con música.

 

En general meditar con música no es la mejor opción para concentrarnos por los siguientes motivos:

 
  • Cuando meditamos usamos la memoria de trabajo de nuestro cerebro (Link al estudio) y la música también ocupa parte de nuestra memoria de trabajo. Esto provoca que la música y la atención compitan por la limitada capacidad de nuestra memoria de trabajo. Por eso no es la mejor opción, porque hace que tengamos menos recursos neuronales disponibles para la meditación.
  • Si la música nos gusta, nos secuestra la atención. Y si nos es indiferente nuestro cerebro se va a fatigar porque la tiene que suprimir utilizando de nuevo la memoria de trabajo. La memoria de trabajo se gasta si prestamos atención a la música porque nos gusta, pero también la se gasta si tenemos que suprimir ruidos para poder concentrarnos.

Por eso estudios como este estudio demuestran peor rendimiento y desarrollo cognitivo de los niños en los colegios con más ruido ambiental. Los estudiantes tenían menos memoria de trabajo disponible para prestar atención porque sus mentes estaban ocupadas silenciando el ruido a su alrededor. Y nuestro cerebro hace esto de forma automática.

Además meditar con música puede convertirse en una fuente de distracciones. La música puede provocar que aparezcan distracciones más intensas.

 
  • La música nos da una falsa sensación de más concentración. Actúa como un bálsamo que nos relaja y evita que nos demos cuenta si nos distraemos al meditar.
  • La música demasiado relajante facilita que se active la red neuronal por defecto y que nuestra mente se vaya a la deriva al meditar. Aparecerán demasiados “pensamientos de fondo” de ondas lentas neuronales.
  • Los cambios de volumen, melodías, ritmos y sensaciones de la música pueden activar nuestra alerta y provocar que perdamos el foco del ejercicio de meditación que estemos haciendo.
  • La música nos puede sacar del momento presente, del mindfulness, porque nos hace viajar con la mente al mundo de las melodías y los sonidos.

¿Cómo se medita con música?

 

A pesar de todo lo que hemos visto, hay algunos casos específicos donde meditar con música puede ser positivo.

 

El primer caso donde puede ser bueno usar música es si queremos hacer meditaciones generativas. Es decir, meditaciones donde generamos emociones para observar dónde se sienten estas emociones en el cuerpo.

En estos casos la música nos puede ayudar a generar la emoción que queremos observar durante la meditación. 

La música puede generar en nosotros el sentimiento de compasión, amor bondadoso, agradecimiento u cualquier otra emoción que queramos observar durante la práctica.

En este estudio se observó en qué zonas del cuerpo se sienten las emociones y nos puede servir de guía para generar las emociones que podemos observar en esta imagen. 

meditar con musica

¿Qué es la música para meditar?

 

La música para meditar es música tranquila, con tonos estables, calmados, de transiciones suaves, con poca melodía y/o mantras que podamos ir repitiendo.

 

La música para meditar tiene que ser así para mitigar al máximo las cosas negativas que ya hemos visto.

La música para meditar debe ser:

  • Poco estimulante.
  • Con bajo impacto rítmico.
  • Preferiblemente sonidos binaurales entre 4 hz y 8 hz.
  • Sin letra o cantos que podamos entender (salvo mantras).
  • Suficientemente larga para que no haya cambios de canción.
  • Un poco monótona.

En este caso la mejor música para meditar es la de cuencos tibetanos, de ondas relajantes o de mantras y cantos en último lugar.

¿Qué es mejor meditar, con o sin música?

 

La respuesta fácil a si es mejor meditar con o sin música, es que es mejor meditar sin música. Meditar sin música nos permite tener más recursos neuronales para la meditación.

 

De esta forma no gastaremos memoria de trabajo con la música y tendremos más fuerza para meditar. Además al meditar en silencio nos daremos más cuenta de cada vez que nos distraigamos.

Sin embargo si estás en una situación donde hay demasiado ruido a tu alrededor, hay coches y motos en la calle, o tienes un vecino reformando la casa, la música puede ayudarte a bloquear el ruido excesivoEn estos casos puede ser la mejor opción sobre todo si usas audífonos o cascos para no escuchar el ruido.

Por último, incluso cuando hacemos meditaciones generativas de observación de las emociones es mejor meditar sin música.

Solamente en el caso que generar una emoción te resulte demasiado difícil puedes usar la música como una ayuda para encontrar la emoción que quieres observar.

meditar con o sin musica

¿Cuál es el mejor sonido para meditar?

 

El mejor sonido para meditar es el silencio, tal como ya hemos visto.

 

Sin embargo, si el silencio no es una opción, el segundo mejor sonido para meditar es el sonido sin información. El sonido del viento en los árboles, el sonido de un arroyo o de una fuente y otros sonidos de naturaleza.

En tercer lugar están los sonidos de ruido blanco. Estos son los sonidos de la cabina de un tren en silencio, el interior de un avión o un coche, o el sonido de una tele con la pantalla gris y cualquier otro tipo de sonido que no contenga información.

En último lugar estarían los sonidos de ondas binaurales entre 4 y 8 Hz. Sin embargo estos sonidos para meditar pueden provocar un estado de demasiada relajación que provoquen que aumenten las ondas Theta del cerebro y perdamos ondas Alpha de concentración al meditar.

¿Y si quiero meditar con música?

 

Si a pesar de todo lo que hemos visto, quieres meditar con música porque te gusta,  puedes seguir haciéndolo.

Es mejor meditar con música que no meditar. 

Si meditar en absoluto silencio puede hacer que pierdas el hábito, es mejor que sigas meditando con música.

Sin embargo quizás sería recomendable hacer poco a poco la transición a meditar con menos música cada vez, quizás alternando momentos en la meditación con música y momentos de silencio.

Pero en definitiva, la decisión de meditar con o sin música es personal y tú debes observar qué es mejor para ti.

Simplemente debes saber que para tu cerebro será más fácil y conveniente meditar en silencio.

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Alonso Narvaez Tamés

Abogado de profesión. Aprendiendo a cómo vivir una vida cada vez mejor.

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