IAversión
(aversión a la IA)
Cada vez es más y más común ver textos, imágenes y contendio de todo tipo hecho con inteligencia artificial.
A veces no es fácil de distinguir del contenido hecho por una persona, pero otras veces algunos elementos delatan la autoría de la inteligencia artificial.
En los peores casos, demostrando una ausencia absoluta de cerebro biológico.
Y escribo esto porque últimamente me está generando aversión la forma de escribir, estructurar y presentar ideas de la inteligencia artificial.
Me provoca IAversión. No sé si existe el término pero me refiero a la “Aversión a la IA”. No me gusta.
No me molesta el hecho de que se use la IA, evidentemente; pero me jode cuando se nota a leguas que es algo escrito por una IA, sin ningún tipo de esfuerzo cognitivo.
Y es que su estructura y su forma de presentar ideas y organizar contenido es bastante identificable.
Y el problema que veo es que hay gente que te casca un churro de texto de IA pretendiendo decir “mira que inteligente soy y lo que te cuento aquí. ¡Qué calidad de contenido!” y en realidad es lo que en la jerga online se conoce como “AI Slope”.
Os dejo aquí abajo algunos ejemplos del estilo de estructuras y organización del contenido que personalmente me toca los cojones.
Tampoco puedo decirte específicamente porqué no me gusta, pero no me gusta.
Este es un texto publicado por un amigo, construido con IA evidentemente, hablando además de IA.
A la IA le encanta la estrucura del “ya no- sino”, “No tanto sino”. Y hacer declaraciones sensacionalistas y llamativas como “un cambio de paradigma”, «infraestructura invisible».
También incluir al final de cada sencillo párrafo una clarificación adicional innecesaria, que bien se podría haber integrado en el texto anterior y dar algo más de calidad…
Repetimos, “ya no-sino”, “no será-sino”. “No ejecutar – sino orquestar” . Y de nuevo una clarificación separada innecesaria.
Y ya no hablemos de la ausencia absoluta de esfuerzo incluso para corregir el formato al pegar el texto… Si no tienes cuidado, la IA potencia la vagancia y la falta de atención al detalle.
Repetimos, “ya no-sino”, “no será-sino”. “No ejecutar – sino orquestar” . Y de nuevo una clarificación separada innecesaria.
Y ya no hablemos de la ausencia absoluta de esfuerzo incluso para corregir el formato al pegar el texto… Si no tienes cuidado, la IA potencia la vagancia y la falta de atención al detalle.
Más ejemplos de la misma cosa. Mensajes llamativos, exagerados y constantemente elementos de si-no.
Además se puede intentificar perfectamente su forma de operar “estándar”.
Párrafos cortos, claros pero llamativos, muchos emojis…
Estos casos tan evidentes son problemáticos porque demuestran cuánta gente simplemente le deja a la IA hacer todo el trabajo.
Usar la IA para revisar información o hacer un trabajo crítico, no me parece mal, pero estos casos evidentes de externalización absoluta en la IA la verdad me molestan. Sedentarismo cognitivo.
Es que por lo menos lo podrías disimular haciendo que la IA se adapte a tu estilo de escritura o tu forma de expresarte, por ejemplo.
Y es que si dejamos a la IA hacer por ella misma sin una dirección marcada y sin incluir una mente humana con suficiente intervención, genera contenido que es igual que la comida basura. Lectura basura.
AI Slope.
Además enferma más al «escritor” (entre comillas) que al lector, aunque también perjudica al lector por la périda de calidad del contenido y el aumento del ruido de información al que está expuesto.
Ayer, cuando este post todavía estaba en proceso, me encontré con esta publicación en Instagram, relevante para el tema tratado:
Un profesor de la universidad de Illinois (EEUU) pilló a sus alumnos usando ChatGPT para responder a sus exámanes, y después esos mismos estudiantes usaron ChatGPT para escribir el correo de disculpas.
También pudo ser fácilmente identificado.
La cuestión es que ante esta falta de autentidicad, personalmente estoy llegando a un punto en el que las imperfecciones de la escritura humana me parecen agradables.
Se convierten en una muestra de autenticidad y de falibilidad humana, pero también nos enseñan que hay una mente pensante detrás del teclado, un cerebro esforzándose (aunque lo haga mal).
En parte por eso estoy disfrutando de no revisar mucho mis textos, casi prefiero que se noten mis errores, pero que el texto salga con la naturalidad del flujo de mis pensamientos y mi escitura.
Tal como te lo contaría en una conversación (si te estuviera dando la chapa) pero tuviera cierto tiempo para reorganizar y estructurar un poco más las ideas.
Eso no quiere decir que yo no use la inteligencia artificial (la uso constantemente todos los días) pero la uso para cosas que no se hacer (como herramientas HTML), para consultar y contrastar información, traducir textos, explorar las ideas de un libro antes de ver si comprarlo y mil cosas más.
Pero lo que jamás haré es sustituir o desplazar las necesidades creativas de la escritura.
Porque cuando tienes una idea creativa es muy fácil decirle a la IA que elabore sobre tu idea o sobre tu concepto, pero personalmente cuando lo he hecho lo único que he conseguido es que mi inspiración e impuslo creativo se destruya.
Le doy mi idea a la IA, ella elabora, y en cierto modo asesina mi idea y mi impulso.
No sé por qué pasa, pero a mi personalmente me ocurre.
Lo que comento aquí es otra manifestación del ya conocido problema del sedentarismo cognitivo, pero analizado aquí desde la perspectiva de los receptores.
Tu sedentarismo congnitivo está contaminando nuestro entorno online.