6 – Vias de escape

PROGRAMAS BÁSICOS

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Vías
de escape

Liberación química neuronal.
Reforzamiento de circuitos neuronales y el efecto de las adicciones.

Capítulo 6

Ahora tenemos claro que las emociones son reacciones químicas que impactan en nuestro cuerpo. Pero también que nuestro cuerpo es el que desencadena estas reacciones y que nuestros pensamientos están sesgados para confirmar las emociones que sentimos:

Veamos ahora qué pasa si no lidiamos con esta química en nuestro cerebro. 

Si no hacemos que se disuelva y se libere.

Si no resolvemos nuestras emociones “malas” estas se convierten en dañinas para el cuerpo y para el cerebro. Sobre todo el estrés. 

Sus componentes neuroquímicos del estrés (mantenidos en el tiempo) nos dañan. Nos provoca una intoxicación de cortisol. Pero además de dañarnos los procesos que generan estas emociones  se refuerzan

Hace que sea más fácil que se vuelvan a generar. Nuestra amígdala sigue creciendo.

Los procesos de estas emociones “negativas” liberan cortisol. La hormona del estrés. Pero además inhiben otros procesos químicos beneficiosos para el cerebro. El estrés es el mecanismo de huida de los mamíferos. Cuando se activa, los sistemas no compatibles con la huida se apagan. Como el proceso necesario para que sintamos felicidad, el proceso digestivo, o el sistema reproductor.

Es decir, si estás enfadado, triste o estresado no solamente estarás experimentando la mala sensación de esa emoción, sino que también hace que a tu cerebro le cueste más sentir emociones “buenas”.

Pero además en concreto la ansiedad patológica y el estrés crónico según este estudio (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26651008/) provocan una degeneración estructural del cerebro. Causan una función deficiente del hipocampo y del córtex prefrontal.

Esto entre otras cosas aumenta el riesgo de demencia y otras enfermedades neurodegenerativas.

Pero podemos evitar que todo esto pase. Hay que aprender a gestionar las emociones y permitir que se libere. Hace que dejen de tener efecto. 

Para hacer esto podemos seguir los pasos que hemos visto antes y culminar con una reformulación narrativa.

La reformulación narrativa es el final del proceso que hemos visto antes: 

Primero analizamos la emoción. La sentimos en el cuerpo y aceptamos su existencia. Después buscamos el origen de la emoción, en nuestro entorno y en nuestro interior. Evaluamos si los motivos son reales o si no. 

Y en último lugar analizamos si la emoción es útil o si no. Si es útil y nos ayuda a tomar acción, pues ya sabemos que hay que hacer.

Y si no es útil de ninguna forma debemos analizar qué podemos aprender de ella. Qué parte positiva podemos sacar de esa emoción.

También hay otras formas de liberar estas reacciones químicas del cuerpo. Puede ser a través de una reacción física como llorar, gritar, salir corriendo o dar un golpe a una pared. 

  • Por eso llorar puede ser la mejor manera de lidiar con una emoción muy fuerte. Nos permite aceptar su existencia y sentirla en el cuerpo. Llega de repente y nos ayuda a sentir alivio. Liberar noradrenalina y nos devuelve al presente. Es el sistema para procesar las emociones más dolorosas.
  • Por otro lado dar un golpe o gritar también hará que liberes la química del cerebro pero en este caso no es nada recomendable. Liberar una mala emoción a través de un golpe, un grito o cualquier otra reacción agresiva hará que esa vía de liberación de la emoción se refuerce.

Hará que esa forma de escape sea más común en ti. Será más posible que en el futuro vuelvas a gritar, a dar un golpe o a tener algún otro tipo de respuesta agresiva. Precisamente lo que queremos evitar.

Conocer esto está bien, pero la idea de desarrollar la inteligencia emocional es precisamente aprender a controlar las reacciones que una emoción provoca en nosotros

Es no dejar que las emociones dominen nuestros actos y pensamientos, a pesar de encontrar paz en sentir las emociones.

Este programa es para ayudarte a ser una persona más feliz y serena. 

Evidentemente en algunos casos esta reacción ante una emoción (gritar o dar un golpe) puede ser necesaria, e incluso beneficiosa. No se trata de ser robots o seres inanimados. Pero en la gran mayoría de casos es mejor realizar una reformulación narrativa. Puede ser bueno expresar en voz alta nuestros pensamientos y la emoción que estamos sintiendo.

Pero en la inmensa mayoría de los casos lo mejor es seguir los pasos hasta llegar a la  reformulación narrativa de la emoción. Buscar la canalización más sana y constructiva. Sacando siempre algo positivo de lo que sintamos.


Un apunte sobre el efecto de las adicciones:

No quiero terminar este punto sin mencionar que aquellas personas que sufren algún tipo de adicción (a la nicotina, el alcohol, fármacos u otras drogas, redes sociales, tecnologías, videojuegos, etc) van a tener unas reacciones emocionales más fuertes precisamente por el efecto fisiológico que la adicción provoca en el cuerpo.

El síndrome de abstinencia afectará especialmente al control emocional. No hablo solamente del síndrome de abstinencia de un adicto a la heroína, hablo de cualquier tipo y nivel de síndrome de abstinencia, incluso por fumar, o las ganas de mirar el móvil.

No es necesario ser un politoxicómano para tener un síndrome de abstinencia de algún tipo. 

Si estás frente a alguna persona con algún tipo de adicción, la mejor estrategia de nuevo es mantener la calma. 

Una contra-reacción con un componente emocional muy fuerte solamente provocará una nueva reacción emocionalmente mayor.

Teniendo esto en cuenta, si tú sufres algún tipo de adicción, deberás de ser suficientemente valiente para darte cuenta de que esto seguramente a tí también te ocurra.

Y que además del daño que tener una adicción ya en sí mismo provoca, también tendrás un peor control de tus emociones, y deberás aceptar que esto te pasa e intentar aprender a controlarlo.

Además tener una adicción también sesga nuestros pensamientos. Cuando te den ganas de hacer aquello a lo que eres adicto, las ganas van a dominar tu capacidad de razonamiento. Tu cerebro empezará a lanzarte excusas para que lo hagas.

Estos pensamientos están de nuevo generados para justificar y validar la emoción que la adicción provoca.

Sobre el autor

Alonso Narváez

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